Archivo de la categoría: Curiosidades

Vivir sin móvil

¿A que no parece posible que alguien que vive en una ciudad de doscientos mil habitantes, trabaja en un instituto, tiene hijos, viaja, intercambia su casa con personas de otros países, y muchas más cosas, viva sin móvil? No sin smartphon, no, sin teléfono móvil, como vivíamos en el siglo pasado.  Pues lo es y ahi está, tan feliz, sin ser consciente de lo que se pierde y lo que podría hacer. Pensando que quienes utilizamos el móvil perdemos mucho tiempo en tonterías.

Imagen tomada de internet

Palabras, palabras

Allá por 1971, cuando empecé a trabajar en Jerez, ya hacía tiempo que había dejado de emplear palabras que se decían en mi pueblo de origen pero que en entornos más urbanos, y parecía que más cultos, me daba  la impresión de que sonaban mal, aún en el caso de que fueran comprendidas sin problemas, cosa que no siempre sucedía.

Pronto superé el complejo de ser de pueblo como casi todo el mundo, y empecé a valorar la cultura local. Visto con la perspectiva que da el paso del tiempo creo que fue un inspector de educación, Francisco Fernandez Pozar, el que con su empeño por descubrir y hacer que se valorara la cultura y especialmente el habla andaluza, por entonces considerada una forma de hablar mal el castellano, el que me puso en situación de valorar también mi propia cultura local.

Que hablando el mismo idioma tuviéramos particularidades tan diferentes fue una experiencia que dio lugar a situaciones graciosas, a anécdotas que ilustran tanto la riqueza del idioma como las particularidades locales.

En mi primer trabajo, la madre de una alumna de seis años me dejó un medicamento por si a su hija le salía la mosqueta. Como no me atreví a preguntar, (lo que hace la inseguridad) tuve que leer el prospecto para descubrir que la niña era propensa a sangrar por la nariz. Fue ésta una palabra que a castellanas y extremeños (y viceversa) nos hizo reír en más de una ocasión. Recuerdo que Angel, un compañero extremeño, el año en que abrimos el colegio San Telmo (hoy instituto) pidió a un alumno que se subiera la cremallera cuando otro le dijo que aquél tenía una mosqueta.

En ese mismo primer año de trabajo en Jerez, una cría vino a decirme que tenía fatiga. Yo la miré con cara rara, seguro,  y le pedí que se sentara a descansar un ratito. ¿Como iba yo a pensar que lo que tenía la pobre eran nauseas? Terminé recogiendo el vómito.

La única de mis compañeras que no era monja (fue mi único curso de trabajo en la enseñanza privada), era de un pueblo de Huelva y usaba con amigas y compañeras, para la segunda persona de plural el pronombre ustedes, con el verbo en segunda persona: Ustedes sabéis lo que quiero decir. Algo que se escucha con mucha frecuencia. Mi sorpresa fue que cuando tuvimos la primera reunión de padres y madres, queriendo tratarles con cortesía, no pretendiendo tutearles, en vez de ustedes ponía el vosotros.

En Torrecera, donde iba muchos fines de semana a colaborar en actividades juveniles, descubrí la ofifa, abreviatura de aljofifa, (bayeta) que tampoco conocía. Y cuando mostré mi curiosidad porque a los hoyos en el suelo les denominaban boquetes, palabra que entendía perfectamente aunque fuera de uso habitual para mí, me explicaron que allí a un hundilón de decían un boquete.

Nos sorprendemos cuando oímos palabras infrecuentes o expresiones poco habituales, y yo, además de sorprenderme, las he ido coleccionando. Y ampliaré la colección según las vaya recordando o encontrando. Están en esta página.

Empresas y empresarios

Luis lleva 9 años haciendo el mismo trabajo y trabajando para el mismo empresario, pero no en la misma empresa, porque tiene tres que se dedican a lo mismo: subcontratar servicios para las grandes del sector: Endesa, Telefónica, Gas Natural …

Cada cierto tiempo, Luis es despedido para unos días mas tarde ser contratado en otra de las empresas de su jefe para continuar su interrumpida labor donde la dejó.

Como el empresario conoce la ley, al despedirlo le hace firmar un finiquito que no le paga, porque lo va a contratar de nuevo. Claro que, como lo ha firmado, Luis tiene que declararlo a Hacienda, le recuerdan en el momento de la firma (porque en la empresa la misma cantidad va a figurar como pago en vez de como beneficio, aunque eso no se lo dicen). El año pasado Luis pagó por ello alrededor de seiscientos euros.

Y Luis está contento, porque tiene trabajo mientras otras personas con mayor preparación que él no lo tienen.

¿Que cómo sé estas cosas? Porque ayer Luis estuvo en mi casa para revisar una instalación y hablamos.

Estrategia

Esta mañana, cuando he ido a comprar El País, en la gasolinera más cercana que vende prensa, al no encontrarlo en el estante con los demás periódicos pregunto:

– ¿Ya no queda El País?- Es más tarde de lo que suelo ir y más de una vez me he llevado el último, así que podría ser. Pero no.

– Sí queda, sí. Si no lo ve es porque hay un señor de derechas que cuando viene a comprar  El Mundo coloca un par de ejemplares encima de El País. Tiene más de 80 años, pero sigue- me explica el dependiente.

Presidencia del Gobierno responde

El día 24 de marzo, cuando el Gobierno dió trámite a la Ley de Economía sostenible, siguiendo las indicaciones de naciónred y otras páginas, envié a la mayoría de los diputados y senadores, entre ellos el Presidente del Gobierno, un correo electrónico (¿hay que seguir diciendo electrónico? No, porque si fuera postal diría una carta) con el siguiente texto:


Señor/a Diputado/a:

Le escribo para expresar mi preocupación y desacuerdo con la Disposición Final Primera del proyecto de Ley de Economía Sostenible, puesto que, con la actual redacción de dicha disposición, se podría ejecutar el cierre de una multitud de sitios web con total indefensión del demandado, con unos criterios indeterminados y sin que, en ningún caso, un juez pudiera intervenir en la valoración de si la actividad de dicho sitio web vulnera nuestro ordenamiento jurídico. Entiendo que esto es un ataque a la tutela efectiva de los jueces y tribunales, produciéndose de igual forma la vulneración de otros derechos fundamentales y libertades públicas tales como los recogidos en los artículos 18, 20 y 27*.

Si su partido apoya, defiende, se abstiene o vota a favor de dicha disposición, perderá un votante y aunque le escribo en mi nombre, represento a familia, amigos y conocidos a los que informo puntualmente de estos temas y a los que les duelen estos recortes de los derechos civiles que actualmente se propugnan en favor de unos pocos. Los derechos fundamentales y el interés general no deben mermarse en favor de los intereses particulares de una industria obsoleta. La justicia es más lenta de lo que todos deseamos, pero esta realidad no nos debe conducir a crear una pseudo-justicia Express para una casta de privilegiados y así defender sus intereses económicos por encima de nuestros derechos fundamentales. Si se considera necesaria una aceleración de las medidas cautelares, que se presente la oportuna modificación legislativa, pero siempre respetando al poder judicial y por las vías ordinarias aceptadas en derecho, que son las mismas de las que disponemos todos. Ustedes representan al pueblo, no al grupo de presión de turno.

Por ello le insto a usted, elegido en representación de nosotros los ciudadanos, a votar en contra de dicha disposición final. Los derechos fundamentales que nos amparan y defienden a todos, NO SON NEGOCIABLES, ni son moneda de cambio para favorecer los intereses privados de multinacionales, falsamente amparadas en una inexistente defensa de la cultura. Defenderé mi oposición a esta medida en todo momento y circunstancia mientras siga vigente, y por supuesto, incluye mi voto.

El 25 de marzo recibí una respuesta del diputado Miguel Barrachina que se manifiesta en desacuerdo con toda la Ley.

Hoy he recibido respuesta del Gabinete de Presidencia:

Respuesta de Presidencia del Gobierno

No me hace cambiar de opinión. Como dice mi hijo, no se puede cobrar canon por un cd, una impresora, un ordenador, … porque vas copiar con ellos y luego decir que la copia está prohibida, es pirateo. ¿Cobran por algo que prohiben? Al cobrar por ello anticipadamente se autoriza.

¡Que me despida!

Hoy, un niño de 1º de primaria (6/7 años), le ha dicho a su maestra:

– Llama al director y dile que me despida.

No había hecho su trabajo y estaba agobiado porque sabía que su madre cuando se enterara le iba a castigar. Quería una solución definitiva.

Mientras lo escribía me ha venido a la memoria otro golpe infantil, de una de mis hijas:

Al final de un domingo en el que habíamos estado con un amigo llamado Domingo al que ella no conocía previamente, mientras cenaba, preguntó:

Mamá, y ese señor… ¿cómo se llama mañana?